—¿Cuál es, según mi punto de vista, el futuro de la educación en Honduras?

 

—¿Cuál es, según mi punto de vista, el futuro de la educación en Honduras?

Imagen con niños

No sé si fue simple suerte, pero cuando Hailee se rompió la pierna derecha yo estaba allí.

Suerte para ella, y por qué no: también para mí.

La excursión por el sendero comenzó a las nueve de la mañana, éramos varios grupos venidos hasta el sitio de la catarata Big Fall, el guía fue claro cuando nos reunió, a nuestro grupo y nos dijo:

—El camino es de un kilómetro y medio, más o menos. Hay tramos planos, hay otros inclinados, tanto hacia arriba como hacia abajo. Hay parte del camino que es suave y otro que es duro por la cantidad, y el tamaño de las rocas puestas aquí y allá por la naturaleza. Les pido que no se separen del grupo, que vean hacia abajo y cuando nos detengamos tomen sus fotografías, no antes. El que rompa esta norma es responsable por sí mismo de lo que pueda ocurrir. Como ustedes pueden observar, los grupos, por guía no pasan de veinte y es justamente por eso: por seguridad. Allá —nos señaló con su vara larga a un grupo que ya subía el sendero— va uno de esos grupos. Cuando dejemos de verlo salimos nosotros, luego, cuando nosotros dejemos de vernos para ellos —señaló otro grupo que se estaba formando en la zona de los automóviles y autobuses— saldrán ellos. ¿Preguntas?

Éramos un grupo venido desde el oeste de Los Ángeles, la mayoría latinos y no, no teníamos preguntas. Es más, muchísimos de nosotros habíamos llegado hasta este país por senderos muchísimos más empinados y peligrosos que esos. Lo que sucedía ahora era que buscábamos, los fines de semana, y debido a la pandemia y su constante encierro, un poco de aire de las montañas. Nadie preguntó nada, entonces el guía, un hombre de unos treinta años, se acomodó el sombrero, miró hacia el grupo que ya se perdía en la cima del sendero y nos dijo:


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